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OLE上的采访
"Quiero jugar mi cuarto Mundial"
El ex River no se da por vencido. Más allá de que Basile sigue sin citarlo, se tiene fe para ir a Sudáfrica. Y no se olvida de su gran objetivo ni en Roland Garros.
Podemos hablar?
-Depende, ¿de qué vamos a hablar?
-De tenis, de...
-No, ya está, de fútbol no puedo hablar, eh. Jajaja.
Está relajado Hernán Crespo. Pasa el break, obligado por la lluvia, en la sala principal de jugadores de Roland Garros. Y mientras espera para volver a ver "a Piquito Mónaco", con el que sufrirá hasta el final, acepta una charla con los medios argentinos. Al Gordo Calleri, que pasa por la galería y le hace señas de que se cuide de los periodistas, ya no llegará a verlo porque el partido fue definitivamente suspendido. "Es una pena, porque me vine sólo por el día, y que te toque lluvia...", reflexiona. Tiene el pelo muy corto, prolijos claritos, y viste un jean azul y una remera negra. Salvo por el ratito en el que concede la entrevista y se transforma en el centro de la escena, pasa inadvertido para casi todos los demás. Y es casi porque Novak Djokovic lo ve, se levanta y le da un abrazo. Cruzan un par de palabras en inglés y después cada uno sigue en lo suyo. Hernán pasó el día junto al grupo de argentinos que esperó sentado a una mesa larga que la lluvia aflojara: Franco Davin, Machi González, Pico Mónaco y su hermano, y todos los que se sumaron de a ratos. "Tenemos muchas cosas en común con ellos. A mí me encanta el tenis, a ellos el fútbol, sentimos una admiración mutua y siempre tenemos un montón de cosas de qué charlar. A veces nos ponemos a comparar y yo no entiendo cómo pueden jugar cuatro horas seguidas y volver a jugar a los dos días, aunque creo que el roce y el contacto físico tiene mucho que ver", cuenta, antes de meterse en el fútbol de lleno.
-¿Qué balance hacés de este año tuyo en el que volviste a ser campeón con el Inter?
-Y, es un balance difícil. En lo grupal es más que satisfactorio, en lo personal fue complicado, menos mal que ya pasó.
-Y es que no estás habituado a ser suplente.
-Claro. En el inicio me condicionó la Copa América, pero encima después los demás muchachos jugaron bárbaro y se hizo difícil, así que jugué de a puchos. Es difícil de digerir pero lo tuve que terminar aceptando.
-Acostumbrado a ser titular y figura, ¿se disfruta lo mismo en el banco?
-No, la verdad es que se disfruta mucho menos. Es muy difícil entrenarse y saber que te va a tocar jugar tan poco. Y creo que hay una gran madurez mía para analizarlo y aceptarlo, me ayudó a crecer. Lo acepté en el momento pero me resisto a que vuelva a suceder, aunque puede pasar.
-La falta de continuidad te quita chances en la Selección. ¿Hablaste con Coco últimamente?
--No con él, pero sí con el Profe Dibos. No hay diálogo directo ahora, que me dejó de citar, ni lo había cuando me convocó.
-¿Te favorece a una convocatoria el hecho de que seas un referente de área en medio de los bajitos de esta generación?
-Bueno, lo único que nos diferencia es la forma que tenemos de llegar al gol, pero todos buscamos la máxima efectividad. Yo creo que depende de mí: si tengo vigencia del Inter, las puertas de la Selección van a estar abiertas.
-¿Es un objetivo primordial la Selección?
-Sí, sin dudas, porque estoy acunando el sueño del cuarto Mundial. Me mato para jugar y ganar con el Inter, pero también para la Selección, está claro.
-Hubo argentinos campeones en todos lados. ¿Por qué no se traslada eso a la Selección?
--Y... se tiene que dar, no hay una explicación, no existe el manual de cómo se gana. También hay un destino, gracias a Dios el fútbol no es una ciencia exacta y entonces no hay una explicación clara. Argentina fue protagonista, a veces más y a veces menos. Lamentablemente no se dio. De hecho no hay un equipo que gane siempre, salvo Brasil. Pero mirá: Ronaldo Ronaldinho, Rivaldo, Kaká... Todos Balón de Oro, tipos extraordinarios, una generación tremenda. Es como le pasa ahora a Nadal con Federer. Sos el uno, pero sos el dos porque está Federer.
-¿Cómo ves a Mourinho para el Inter?
-Bueno, ya lo conozco y sé lo que puede dar, como lo conozco a Mancini.
-¿Qué semejanzas y diferencias les encontrás?
-Hay muchas de las dos cosas. Entrenan en un fútbol diferente, con otra filosofía. Sería divertido ver a Mancini en la Premier y a Mourinho en el Calcio. Porque veamos: ¿para vos Bianchi es un buen técnico?
-Sí, le fue bien en la Argentina, no tanto en Italia y en España.
-¿Ves lo que te digo? No se puede ser definitivo ni comparar si no los ves en un mismo lugar. Y te digo Bianchi porque es el técnico emblemático, el número uno.
-Vos estuviste en las dos ligas. ¿Cuál elegís?
-Las dos, me divertí en las dos. Es más táctico el fútbol italiano, más físico el fútbol inglés. En uno se pita más y en otro menos, y por eso es más rápido el inglés. Eso lleva, también a que en Inglaterra se cometan errores infantiles por el vértigo, mientras que el Calcio es un juego de ajedrez. Lo que pasas es que el fútbol italiano está en una crisis mediática: vos lo ves por tele y comparás con el color del césped en Inglaterra, con las tribunas llenas... Todo eso tiene otro impacto.
-Te queda un año más en el Inter. ¿Luego River?
-Puede ser Inter. Lo de River lo veo más como un sueño que como una realidad o un plan porque no cuenta sólo lo deportivo, lo romántico de la idea sino que hay un aspecto social en el que Italia me garantiza más que la Argentina. Me duele pero es así, tengo que pensar en mi familia. Si lo pienso desde el fútbol, me voy mañana. Me encantaría volver a jugar los torneos, la Copa, pero no existe sólo la pelota. La realidad social no garantiza lo que deseo.
-¿Cómo viviste lo que le pasó a River?
-Y, hay un sinsabor, un dolor por la Copa, pero también esperanza porque el equipo está encontrando una identidad, sabe a qué juega, está primero...
-Sin embargo, se lo critica mucho por el juego.
-Pero hay un estilo. Ojo, hace cinco meses que está el Cholo, hay que ir despacito, no me parece poco estar primero a tres fechas del final. Hay que tratar de subrayar las victorias y no llorar todo el tiempo las derrotas, si bien fue muy doloroso lo de la Copa.
-Más cerca del final de tu carrera, ¿qué objetivos por cumplir te quedan?
-Uno debe tratar de buscarse objetivos. Hay un sueño que es jugar el Mundial y trabajaremos para que se transforme en objetivo. Si juego bien en el Inter, se puede dar. Yo quisiera jugar mi cuarto Mundial. Y es de goloso ya, porque estuve en tres. Todo lo que hice en mi carrera va más allá de lo que soñé. Estoy hecho, pero me resisto a no luchar. Quiero siempre ganar, quiero ser primero, eso se lleva adentro.
-¿Pensás en el después?
-Uf, muchas veces, pero todo depende de cómo uno se sienta, y me siento bien. No sé cuán lejos está el después. Seguro es que será cerca del fútbol porque el fútbol es mi vida.
PARIS (ENVIADO ESPECIAL).
[ 本帖最后由 千寻 于 2008-5-28 19:36 编辑 ] |
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