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Reportaje publicado en El Gráfico en la edición de marzo de 2008
1 ¿Quién es Roberto Fabián Ayala?
¡Qué difícil definirse!.. Soy el chico de barrio que salió de Paraná y no olvida sus raíces. Eso me ayuda en el día a día.
2 ¿Cuándo tomaste la decisión de dejar la Selección y por qué?
Me rondaba la idea antes de la Copa América. Tenía que cambiar de club y quería terminar mi carrera en ese club. Firmé el mejor contrato de mi vida con 34 años y quiero que la gente del Zaragoza esté contenta conmigo. Sabía, porque lo viví muchos años, que el desgaste que implican los viajes no me iba a permitir estar bien en el club. Entonces pensé: juego la última Copa América y si tenemos la suerte de ganarla me retiro conquistando un título con mi país, algo que tanto soñaba. Rondaba la idea y en la Copa hice el click.
3 ¿Dónde fue el click?
En el vestuario, después de la final. Son muchos años, no pude lograr con mis compañeros ganar algo, pero me sentí orgulloso de haber vestido esa camiseta por tantos partidos.
4 ¿Cuánto tuvo que ver la derrota, cuánto el gol en contra?
El gol en contra nada, es una desgracia. La derrota duele muchísimo, más por ser la segunda, eso te mata. Volvimos al hotel, cenamos, Basile hizo el resumen de la Copa, lo que esperaba del equipo para el futuro, y entonces aproveché y les hablé a todos. Agradecí y dije que era mi momento de dar un paso al costado.
5 ¿Alguien trató de convencerte?
No, mi postura era firme.
6 ¿or qué dejaste de hablar con la prensa?
Estaba muy caliente porque se me faltó el respeto. Yo siempre traté de dar lo mejor por esa camiseta, quieras o no es un juego, a veces las cosas te salen bien y otras mal, pero lo real es que jamás especulé con la Selección. Los viajes desgastan y yo perdí muchas cosas acá. Perdí tener mejores contratos, por ejemplo, porque siempre tu rendimiento merma si vas y venís, vas y venís. Jamás me fijé en eso.
7 ¿En qué te faltaron el respeto?
En descalificar al jugador. No hablo de toda la prensa, fueron algunos. Y así como noté un gran reconocimiento después del último Mundial a pesar del penal, en la Copa sentí que había cumplido, no puede ser que por un resultado cambie tu opinión.
8 ¿Qué fue lo que más te molestó?
Pareció que yo no le había dado nada a la Selección, y a mí me parece que sí, que dejé cosas. Eso me enojó, y por eso preferí mantenerme un poco al margen, y que pase el tiempo.
9 ¿Quién en especial te castigó mal?
Prefiero ni nombrarlos.
10 ¿El jugador argentino siente distinto la camiseta de la Selección que el de otro país?
Yo jamás voy a decir o escuchar decir de un argentino: “Uy, me citaron a la Selección otra vez, la puta madre, viajar, estar concentrado, estoy hasta el gorro”. Cuando escuché a algunos compañeros decir eso, no lo podía creer. Que te llamen a la Selección es lo mejor que te puede pasar. Quizás aquí pase porque están los catalanes, los vascos, y se dispersa el sentimiento o tal vez porque España es poco competitiva. No sé...
11 Tu apodo de pibe.
Cebolla, porque cayera como cayera, lo hacía de cabeza, entonces los amigos de mi papá empezaron a decirme cebolla: cuerpo chiquito y buen tamaño arriba, por eso me iba de cabeza al piso.
12 ¿or qué te gusta que te llamen por tu segundo nombre y no por el primero?
En la familia, Roberto es mi papá, del mismo modo que Camilo es mi abuelo, aunque mi viejo lo tenga como segundo nombre. A mí siempre me dijeron Fabián.
13 ¿Te gusta el apodo “Ratón”?
Sí, me lo puso Radaelli, en Ferro. Aparecí en una práctica, me preguntó cómo me llamaba, y enseguida me puso “Ratón” por el otro Ayala.
14 ¿or qué tuviste tantas conmociones cerebrales?
Fueron varias, tal vez porque no saco la cabeza, porque no mido y voy para adelante. La última, hace un mes, contra el Racing, fue rarísima: el delantero tiró una chilena y se encontró con mi cabeza. Caí y seguí jugando 25 minutos más. El problema es que a cada rato le preguntaba a mi compañero a quién tenía que marcar. Estaba perdidísimo. Entonces el doctor decidió que saliera, ahí quedé inconsciente y me desperté en la ambulancia. No me acuerdo nada de lo que pasó, traté de hacer memoria, miré el video, y nada.
15 ¿Cuál fue la más jodida?
En las inferiores de Ferro: chocamos cabezas, tuve un derrame importante en el ojo y anduve un mes viendo nublado, todavía tengo sensible la zona.
16 ¿Te asustaste la primera vez que te pasó?
La primera fue de novela: en San José, por la Liga Diamantina. Roberto, mi viejo, era el técnico, y a veces jugaba. Yo tenía 15 años y me comí un piñón terrible. Mi viejo estaba afuera y se puso loco, le rogaba al árbitro que no echara al que me había embocado, porque el cambio era él. Salía yo y entraba él... para ajusticiar al rival (risas).
17 Hincha de...
River. No era muy fanático, a mí me gustaba el fútbol que jugaba mi papá, el fútbol de pueblo. Me encantaba ver la previa, cómo calentaban...
18 ¿referías el básquet y el voley al fútbol?
Me gustaba todo. En el colegio, si había un partido de básquet después del de fútbol, me prendía. En realidad, vivía afuera de mi casa. El fútbol era la diversión de todo el día, era agarrar una pelota que hacía el abuelo, sacársela, porque a veces eran para vender, e ir a jugar al campito con los chicos del barrio.
19 ¿Laburaste de pibe?
Ayudaba a mi papá en el reparto de lácteos. El tenía un camión, y a veces hacía yo el reparto... con 15 años, sin carnet de conductor. Iba con un miedo de que me parara la policía...
20 Gran dupla Ayala-Ayala. Primero repartían con el camión, después repartían en la defensa.
Jugamos juntos varios años, él de líbero, sobrando, y yo encimando al nueve. Mi viejo tenía la fama de duro... y algo habré heredado. Lo respetaban más que a mí, lógicamente. Era un grupo de gente amiga, bien de pueblo. Había que hacer 40 kilómetros para entrenarnos. Ibamos en el camión de mi papá. En la cabina, unos pocos privilegiados, los más grandes. El resto, atrás, en la caja... el chiflete entraba por todos lados. Volvíamos a las 12 de la noche, y al otro día temprano al colegio. Así tres veces por semana. ¡Qué bien la pasaba! |
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