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03/03/2004
No le gusta el hecho de que la UEFA, de oficio, haya decidido castigar a Roberto Carlos. Pero entiende que el equipo sólo debe pensar, a día de hoy, en el Racing. “No podemos desviarnos de los objetivos”, confesó Cambiasso en rueda de Prensa. El centrocampista enjuició la marcha del Real Madrid en la Liga: “Tenemos una ventaja considerable, pero no debemos caer en la relajación, pensando en que está todo hecho”. El madridista tampoco pasó por alto su situación personal: “Nunca he pedido nada a través de los micrófonos y ahora no será una excepción. Lo haré entrenando y jugando”.
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-¿Qué te parece el hecho de que la UEFA haya sancionado a Roberto Carlos?
-En Argentina no se utiliza este sistema de rearbitrar partidos. Fue algo que me sorprendió cuando vine a España y vi que aquí sí se hacía. Allí tampoco se recurren las amonestaciones. Si te expulsan, te pierdes la jornada que sea y nadie te quita el castigo, aunque sea una injusticia, como le ha pasado a un jugador del Barcelona esta semana.
-¿Has hablado con Demichelis, tu compatriota con el que Roberto Carlos protagonizó la acción?
-No creo que él haya influido en la decisión, ya que no es una demanda que él haya hecho, como puede ser en un juicio, cuando uno quiere sacar partido por alguna cosa. La decisión de entrar de oficio ha sido de la UEFA y él sólo se ve envuelto en la jugada porque participa en la acción.
-¿Entiendes que este tipo de decisiones son un peligro para el fútbol?
-Creo que ahora tenemos que pensar en el Racing por encima de todo. No podemos desviarnos de los objetivos. Hay que ganar este partido, en un campo que no se nos dio bien la pasada temporada. El triunfo es clave y vital de cara a la Liga, y luego ya pensaremos en el Bayern. Hoy por hoy, los que tienen que volcarse en ese tema son los directivos y las personas encargadas de recurrir. Nosotros tenemos que pensar en lo que debemos. Ojalá no sancionen a Roberto, pero el objetivo de hoy es el Racing.
-En los últimos encuentros habéis puesto tierra de por medio ¿Cómo lo habéis asimilado?
-Es una diferencia importante, pero para nada definitiva. Hay que marcar un poco esa distinción. Sabemos que la diferencia es considerable, pero no debemos caer en la relajación, pensando en que está todo hecho, porque queda mucho y puede pasar de todo.
-A nivel personal, ¿cómo te encuentras?
-Contento, pero siempre esperas jugar más. En Montjuïc me sentí muy bien, jugué 45 minutos, lo que no es igual que hacerlo cinco o diez. Tuve más tiempo para desenvolverme en el campo, lo hice bien y ahora debo seguir esperando otra oportunidad. Desde luego, lo que no quiero es ponerle problemas al entrenador.
-¿Da envidia ver que hay compañeros que renuevan, teniendo en cuenta que tú aún no sabes tu futuro?
-No, es absolutamente lógico que el Club se plantee el futuro tanto con los jugadores de la casa como con los posibles fichajes. A estas horas todos los clubes empiezan a planificar la nueva temporada. Yo como profesional también tengo que ver mis posibilidades. Del Club no he hablado con nadie con relación a mi futuro. Hay silencios que valen más que mil palabras. Cuando ves que renueva gente a los que les quedan años de contrato, el hecho de que tú estés al límite de finalizar el tuyo y que nadie te diga nada, te hace pensar; pero hay que seguir trabajando.
-Cuando llegaste todo el mundo decía que serías el futuro medio centro del equipo ¿Te sorprende el cambio?
-Yo trato de evaluar mis posturas. Siempre fui cauto. Mantuve mi postura, que es la de entrenar, trabajar y ayudar al equipo, por encima de las demás. Las ideas que tenga el Club ni puedo ni debo analizarlas. Estoy tranquilo, tengo ofertas de equipos europeos que quieren contar conmigo, pero es hora de hablar de este equipo y de sus objetivos. No pienso en qué campeonatos me gustaría jugar. Sólo digo que el que me gustá es éste que estamos disputando; es el que quiero ganar, porque el deseo de repetir después de haberlo ganado el año pasado es muy grande. Mi postura nunca fue la de hablar. Nunca he pedido nada a través de los micrófonos y ahora no será una excepción. Lo haré entrenando y jugando.
-¿Estás decepcionado?
-No. Las personas que te pueden decepcionar son tus seres queridos, porque son en los que depositas tu confianza y amor. Si ellos te fallan te duele muchísimo, pero en las relaciones laborales, sólo pongo mi trabajo.
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