¡Mamita, qué goleada! ESTUDIANTES / GIMNASIA Estudiantes le ganó 7 a 0 a Gimnasia en lo que fue la máxima goleada de la historia de los clásicos. El escenario fue el Estadio Ciudad de La Plata y los autores de los tantos fueron José Luis Calderón, en tres oportunidades, Diego Galván, en dos, Mariano Pavone y Pablo Lugüercio. Bajo un regular arbitraje de Héctor Baldassi, Diego Simeone alistó a: Mariano Andujar; Marcos Angeleri, Agustín Alayes, Fernando Ortiz y Pablo Álvarez; Juan Sebastián Verón (Capitán), Rodrigo Braña y Diego Galván; José Sosa; José Luis Calderón y Mariano Pavone. Por su parte Pedro Troglio eligió los siguientes once: Juan Carlos Olave; Diego Herner, Jorge San Esteban (Capitán), Marcelo Goux y Lucas Landa; Nicolás Cabrera, Matías Escobar, Esteban González y Germán Basualdo; Juan Cuevas y Santiago Silva. ¿Cómo describir con palabras tamaño hecho histórico?, ¿cómo explicar el desarrollo del juego cuando un simple grito de alegría de un hincha, podría decir mucho más que meras frases?, lo intentaré... | El partido comenzó con un ataque del “Lobo” que en lugar de ser un aviso de futuro peligro, solamente fue una de las pocas jugadas de riesgo que sufrió Andujar en toda la tarde. “Nico” Cabrera envió un centro al área que el uruguayo Silva conectó y se fue cerca del palo derecho del arquero “Pincha”. | De aquí en adelante empezó la supremacía del “Pincharrata” basada en concentración, orden, esfuerzo y fútbol. En el minuto 3 llegó el primer grito del público local: la “Brujita” Verón asistió, mediante un tiro libre ejecutado desde el sector izquierdo, a Diego Galván, quien cabeceó y abrió el marcador. Luego el monólogo de Estudiantes continuaría, solo interrumpiéndose con un desborde de Juan Cuevas que Silva desaprovechó. Antes del segundo gol, Baldassi le anuló mal una concreción a Calderón que estaba habilitado tras un pase de Pavone. Pasado el cuarto de hora del primer tiempo, Alayes despejó a través de un pelotazo, el balón picó en el área “Tripera”, Goux titubeó y “Caldera”, muy despierto, anticipó el recorrido del esférico y dejó a medio camino a Olave marcando de cabeza el 2 a 0 parcial. El “Pincha” era claramente quien ejercía el dominio, tanto del la redonda como de las acciones; daba la sensación que manejaba el cotejo a su “piacere”. Los visitantes respondían por medio de pases largos a un aislado Silva que además de pelear con todos los defensores “Pincharratas”, combatía hasta con su propia soledad que a veces era interrumpida por habilitaciones de Cabrera o el juvenil Cuevas. Los hinchas del “León”, que llenaron la cancha, luego de haberle pedido permiso a sus familias por el día de la madre, pronunciaron por primera vez la palabra “goleada” en el minuto 34 cuando Verón asistió a Pavone y el “Tanque” sacó un fuerte disparo de larga distancia de zurda que dejó sin respuestas al 1 “Tripero”. La primera etapa finalizó 3 a 0 y la sensación del público local, además de inmensa felicidad, era de cierta confianza y seguridad por la muy buena actuación del equipo que dejó la vida en cada pelota. La parte complementaria fue similar a la inicial: Estudiantes era el único que estaba en cancha y un desconocido Gimnasia que no mostraba respuestas ante las adversas situaciones. Apenas empezado ese segundo tiempo Diego Galván volvió a golpear de entrada. El “Principito” Sosa envió un centro al área, Germán Basualdo (que momentos más tarde se iría expulsado por doble amonestación) dudó en rechazar y el mediocampista ex River aprovechó y festejó. Para colmo de males, un rato más tarde, Matías Escobar vio la tarjeta roja por una fuerta infracción sobre “Mambrú” Angeleri. Luego el encuentro bajó por un tiempo en su cantidad de emociones, dándole un descanso a las gargantas “albirrojas”. El “Pincha” se dedicó a hacer correr el balón jugando con la desesperación del rival. En el minuto 27 llegó el quinto grito tras una brillante jugada personal de Pavone, que hábilmente gambeteó a varios defensores “Mens-Sana”, llegó hasta línea de fondo y le sirvió el balón a Calderón quien solo tuvo que empujarlo. Tan solo 180 segundo más tarde, Pablo Lugüercio tomó un rebote de un remate de Angeleri, definió a metros de la valla y festejó su anotación como si fuera el primer gol del clásico. Finalmente Calderón le dio forma a la goleada tras un error de Olave que, a pesar del intento de resistencia de Goux, marcó el tercero en su cuenta personal y decoró el 7 a 0, resultado que coronaría la primera presentación de Estudiantes en el Estadio “Único” e hizo historia. Entrando en el campo del análisis se puede intentar explicar lo sucedido por un buen momento del “Pincha”, que parece estar muy bien trabajado y aceitado en varios de sus movimiento. Y por la vereda de enfrente se vio un equipo sin actitud, con un mal día del sector defensivo y también se puede decir que el “Lobo” mostró signos de cansancio por el partido del miércoles por la Copa Sudamericana frente a Fluminense. De esta forma Estudiantes le propinó la máxima goleada de la historia a Gimnasia. Los registros superados este día fueron los 6 a 1 a favor de los “albirrojos” de los años 32, 48 y 68. Vale destacar también que con esta victoria el “Pincharrata” quedó a 3 puntos del líder, Boca Juniors, y es uno de los animadores del torneo Apertura con siete triunfos, un empate y tres derrotas. Este día no será uno más para Estudiantes de La Plata ya que el 15 de agosto del 2006 el “Pincha” entró en la historia del fútbol argentino por hacerle siete goles a su clásico rival. |