|
Antes de debutar con Quique esta noche en el Trofeo Naranja contra el Olympiacos, su primer partido del verano, Aimar recibió ayer la bendición de Mario Alberto Kempes, leyenda de la selección argentina y el Valencia al mismo tiempo. Del “Matador” al “Cai”: “Volverá a ser el de antes si las lesiones le respetan”. Del “Cai” al “Matador”: “Intento devolver la confianza, pero primero tengo que estar bien yo”... Refiriéndose a sus lesiones, Kempes sabía bien de qué hablaba.
Aimar reconoció que el curso pasado acabó obsesionado con ellas y que eso se convirtió en su talón de Aquiles: “Hay que estar tranquilo, no vale la pena. No me debe pasar más eso. Lo primero que tengo que hacer es estar tranquilo, no vivir tan rápido. Ahí estaba mi punto débil, pensar que me podía pasar algo”. Aseguró sentirse “cansado” por el trabajo de pretemporada, en busca de la forma física. Y no le quiso dar trascendencia a las molestias que aún le acompañan, convencido de que desaparecerán a medida que siga entrenándose.
Quique lo incluyó ayer en la lista para el Naranja. El técnico está deseando verlo en acción. Planea que sea una pieza clave en su Valencia e incluso contempla, como ayer publicaba SUPER, ensayar en los próximos amistosos un rombo en el centro del campo con el Pibe de enganche por detrás de dos delanteros. Si la prueba convence y Aimar llega en buenas condiciones, ésa será la apuesta del Valencia para remontar la final contra el Hamburgo.
También en la derecha
También Aimar tiene ganas de debutar y conocer a Quique en acción. “Espero estar bien”, reflexionaba el argentino, que confía en dar la talla y no decepcionarlo. Más todavía siendo consciente de que la competencia en la delantera este año, como la denominó Quique, “es bestial”. “Pelear con Villa, Kluivert, Mista y Di Vaio significa que estás en un club grande”...
Otra posibilidad que baraja Quique es alinearlo en la banda derecha. Ayer lo hizo en Paterna aprovechando la ausencia del lesionado Rufete, aunque sólo lo mantuvo pegado a la raya un par de minutos. Aimar, eso sí, no puso ningún inconveniente: “A ningún jugador le hace mal probar en otra posición, no es tan diferente”.
De inicio, al contrario que con sus anteriores entrenadores (excepto Antonio López) entre Aimar y el cuerpo técnico hay sintonía: “Es gente capaz, que está en los detalles”. Buenos augurios ante un año vital para él por el Mundial (ahora se ve fuera) y porque su crédito en el Valencia está en juego.
Ayer la alternativa se la dio Kempes. Hoy le toca a Quique.
|
|