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ARGENTINOS 2 - ESTUDIANTES 2 Choy de Boca
Terrible: El Pincha y sus muchachos veronistas se ponían a un punto hasta que Choy González, héroe con pasado en Gimnasia, le empató a ¡los 46 del segundo! Sólo le faltó dejarse el bigotón...
Se le colgaron Pérez Castro, Núñez, Carrera y el propio Diegote, larga distancia, desde Moscú; el mellizo Guillermo, referente que conjuga bosteros y triperos en una sola persona, tiró puñete al aire por no gritar desaforadamente porque era el empate; sonrieron, en Córdoba, Krupoviesa y su rodilla rota, junto con Palermo y sus genes pincharratas; el Facha Martel, ya abajo del paraavalanchas de la cancha de Racing, tiraba frases shakespereanas en el delirio frenético que, personificado en él, invadió a cada uno de los hinchas del Lobo. Y a los de Boca les volvió el alma al cuerpo. Es que por un instante, tras el 2-1 de Verón, sintieron que era posible lo que algún profeta había advertido cuando Alfio Basile se despedía de la Bombonera ("apostemos a cómo hace La Volpe para perder este campeonato..."). Eso generó Gonzalo Choy, héroe de toda esa gente. Particularmente de los que visten camisetas con franja horizontal, sea en La Plata o en La Boca, y también de los que usan roja y blanca, pero de La Paternal: el gol del uruguayo le sumó a Argentinos un punto para zafar de la Promo, le restó a Estudiantes en su sueño de ser campeón y lo agrandó a Boca en su camino al Tri. Todo por culpa de un salto coordinado, un testazo medido y un festejo desaforado.
Choy es un ícono de Gimnasia; estuvo cinco temporadas en ese club, hasta que llegó un presidente de malas palabras y peor memoria y lo separó, junto a un grupo de históricos. "Los jugadores que están marginados son como si fueran macetas que tenemos en el estadio", decía el presi afecto a las apretadas en vestuarios de árbitros y en concentraciones de su propio equipo. Lo que no midió este personaje es que Choy, con este gol, le dio a Gimnasia la alegría del semestre. El delantero, autor de un gol afónico, a los 46 minutos del segundo tiempo, no abandonó su habitual perfil bajo. "No me interesa haber amargado a Estudiantes, sirvió porque es un punto importante para evitar la Promoción. Ojo, que en la semana pensé en mi pasado en Gimnasia, pero yo me debo a Argentinos, el técnico confió en mí, me bancó y de a poco le estoy demostrando que puedo jugar", explicó, timidón.
La escena del crimen quedó marcada en tierra y aire: se afirmó para saltar bien alto, más que Alayes, puso el testazo esquinado y corrió hacia la platea local, buscando cómplices mientras revoleaba la camiseta. Fue feroz la explosión en la popu del Bicho, que profundizó sus gastadas a las silenciadas seis mil almas platenses; atronaba el "me parece que el Pincha no sale campeón". Y ojo, que ya le había marcado otras dos veces a Estudiantes: una con Gimnasia (triunfo 3-1 en un clásico) y otro con Quilmes (1-0); es decir que cuando Choy le metió un gol, Estudiantes no ganó.
Curiosidad futbolera, el Cholo Simeone dijo, en alguna charla en City Bell, que le gustaba mucho el juego de Choy. Y así le pagó... "No lo festejé doble —bajó los decibeles el yorugua—; lo festejé porque estoy en Argentinos y nada más. Y sí, en La Plata me van a putear. La tribuna de Estudiantes me insultó bastante y nunca reaccioné. Fue un desahogo muy grande convertir y empatar el partido. En ningún momento cargué a Estudiantes, es un gran equipo y por algo está peleando arriba. ¿Quién sale campeón? No sé, pero es muy difícil que pierda Boca...", tiró picarón y se fue, sin dar más chances a la prensa de una repregunta. Tanto que un periodista de este diario lo buscó por teléfono, marcó un número de La Plata y encontró esta respuesta: "No soy Choy, pero soy platense y de Gimnasia, así que, si lo ubicás, mandale un gran abrazo, porque me hizo muy feliz". Tu, tu, tu...
Ojo: tanto revuelo le generará un problema: cada día volvía a La Plata en el auto de Leandro Desábato, fana del Pincha. ¿Tendrá monedas para el bondi...?
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